domingo, 30 de diciembre de 2007

Visión social

REALIDAD SOCIAL I

William Gómez García

Nos hemos convertido en seres salvajes
que poblamos esta selva asfáltica y prefabricada.

Navegamos en un río de egoísmo, que si caemos
en su torrente seremos devorados por las
pirañas de la envidia.

Los árboles de concreto que dan sombra,
siguen su crecimiento vertiginoso, son árboles
de frutos...monetarios.

Cazamos en esta selva el dolor humano,
porque la sensibilidad murió al nacer.

Selva de hipócritas y egoístas
que todo lo quieren y nada ofrecen.

La mediocridad se hace presente
para enjuiciar en forma de destrucción.

Mediocres aquellos que hablan
pero no tienen nada.


REALIDAD SOCIAL II

William Gómez García

Por qué existe tanta maldad en la tierra;
los hombres, por qué se odian. Por qué se asesinan.

Dios... ! porque no unen sus voces y claman por la paz
Y así terminan con la envidia, el egoísmo y la hipocresía.

Niños hambrientos, niños sin padre, madres solteras.
La crueldad conlleva al agravio.

El cinismo invade
el mundo de los nuevos tiempos.

Sufrimiento del desvalido.
Sufrimiento del desamparado.

Hipocresía del desarmado que busca en el
dinero el interés pagano.

Egoísta no siente nada por nadie, idolatría
superflua que finges por tener todo a la mano.

Que descarados los hombres que no piensan
en el ser humano.

Olvidan sentimientos.

Olvidan el sufrimiento de otros y se ríen del dolor ajeno.

Hombres que arrastran cadenas
y expresan rencor olvidando el amor y la bondad.

El engaño tendrá su final

Cuando se conjuguen la armonía y la paz.
Y los hijos de los hijos de nuestros hijos
Crearán un mundo distinto.


Octubre de 1977

sábado, 29 de diciembre de 2007

Paredón Literario


Se muere el tiempo
William Gómez García
Se nos muere el tiempo y me estoy poniendo viejo;
Cuánto ha transcurrido. Uno, dos, veinte, faltan muchos aún.
Los años pasan y yo aquí con mis recuerdos infantiles.
Cuánto he vivido. Poco, mucho, no sé.
Las manecillas se detienen en la hora cero,
El reloj y el felíz año indican que muere uno y nace la esperanza.
El abrazo hermano mío, felíz años hermana mía.
La bendición madre. Dios te bendiga hijo.
La bendición padre.
Lágrimas y recuerdos para el ser que no está.
La familia añora la figura del hombre que fue y ya no se encuentra.
Mujer, tus lágrimas que sirvan de consuelo.
A lo lejos los cohetones anuncian la buenaventura del mundo
Y la felicidad por lo que ha de venir.
Las doce uvas del tiempo, canto lejano
De una época en la voz y mente de
Andrés Eloy evocan algunos momentos que no volverán.
El almanaque cae hojas tras hojas,
Los hijos crecen y nosotros nos ponemos viejos.
Pero, ellos serán la continuación de la esperanza
Y la dulzura que es lo más grande creado por
Nuestro Señor Jesucristo.